martes, 19 de febrero de 2013

JAVIER FRAN SIN: UNA VOLUNTAD INDOMABLE

"La fuerza no viene de la capacidad física sino de una voluntad indomable" Mahatma Gandhi.

Se llama Javier Fran Sin. Tiene 48 años y es ultrafondista. En sus alforjas tiene la Trail de Guara, la ultra de Montsant, tres ultras de los 101 de Ronda, los 104 de la Calcenada... y todo dentro del tiempo establecido para terminarlas.
Si tener todos esas marcas en el machete no lo tiene cualquiera, imaginaros si añadimos a eso ceguera total. A ver quién es el guapo que se lo cree. Pues sí, Javier Fran es ciego desde hace 15 años y ha conseguido completar ese currículum con la sola ayuda de un guía. Impresionante, ¿verdad?.

Javier, aficionado a la ultradistancia de montaña, disfruta de montes y valles pateándolos tan vívidamente como cuando se recreaba viéndolos antes de quedarse ciego. Disfruta con los pinchacitos fortuitos de las acículas de enebro, que para él son inyecciones de naturaleza. Le encanta sentir el roce de hojas y tallos tiernos y hasta el sol cayendo a plomo tiene su encanto. Es aire libre.
A lo largo de los tramos de la carrera suele preguntar acerca de lo visual de la misma, de cielos y paisajes, parajes... a veces hasta se detiene para tomar contacto con algo especial como un árbol señero.
Guiarle en ultradistancias del tipo a la de Ronda es muy sencillo e incluso no necesita contacto previo con el guía. Javier no hay que imaginarlo como un bebé pequeño al que llevar. Qué va. Es tan sencillo que se asimilan sobre la marcha. Hay incluso tramos en los cuales es posible ir sueltos, a tres o cuatro metros el uno detrás del otro. Y en las zonas menos sencillas con un bastón telescópico, cada uno por un extremo a modo de timón. Solamente en muy pocos sitios del recorrido de los 101 rondeños con mano al brazo o cualquier forma directa de contacto le permiten sentir bien el terreno, notarlo.
Hay que reconocer que para el guía esto entraña concentración visual suplementaria para ir describiendo accidentes del terreno o cambios de textura. Desde luego que todo eso le supondrá más gasto energético y mental, pero también conlleva compensaciones y gratificaciones anímicas y espirituales hacer de guía a un ciego que anhela participar de nuevo, colmarse de nuevo de la experiencia renovando la vivencia.
No es difícil. Como muestra decir que en los 100 km madrileños se retiró el guía inicial a mitad de carrera y Javier se sumó a una cuadrilla que la hacían juntos y todos, ellos y Javier, llegaron a meta dentro del tiempo, contribuyendo al esfuerzo cumún sin que su presencia los demorase.
Por lo demás, será un ejercicio común de conllevancia entre personas que muy probablemente se habrán recién conocido para la ocasión.
En fin, que Javier busca que, cualquiera que sea la edad o sexo, bastará que te parezca posible intentarlo juntos consumiendo menos de 19 horas, procurando llegar a meta contra viento y marea. Aquí están sus datos para ponerse en contacto con él, que tendrá un motivo de agradecimiento de por vida por lo vivido en común.

Mail: abrotano@terra.es
Tfno: 657 821 918


¡Gracias y ojalá hasta pronto!


Javier

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